En los últimos tiempos el objetivo del project management para entidades financieras ha venido siendo el de intentar solventar los problemas de proyectos ya avanzados que, en muchos casos, tenían grandes problemas de definición del alcance que arrastraban de la concepción inicial del proyecto y que eran complicados de subsanar.
La nueva tendencia en las entidades financieras comienza a ser la puesta en marcha de proyectos desde estados mucho más primitivos, lo que permite replantearse conceptualmente todo el proyecto y resideñar aquellos elementos necesarios para adaptarlo a los nuevos tiempos.
En este entorno el project management se desarrolla con mucha más libertad, pudiendo diseñar el proyecto de forma adecuada y aquilatar mucho más los costes. De igual forma no se heredan los proveedores y técnicos del proyecto inicial por lo que se eliminan gran parte de los riesgos que provienen de la mala planificación o de algunos de los stakeholders del proyecto.